jueves, 14 de febrero de 2008

Nacen dos plataformas en contra de los últimos proyectos urbanísticos

Los nuevos proyectos no dejan indiferente a nadie. Las decisiones urbanísticas provocan corrillos y hasta plataformas en contra. En Oviedo pasó cuando se derribó la estación del Vasco o el chalé de Concha Heres, que dio paso a la sede del Banco de España. Y la historia se repite. Las tres torres de Calatrava, en la parcela de las antiguas vías férreas, y el futuro de la Fábrica de Armas de La Vega ha movido los resortes del movimiento ciudadano más crítico. Acaban de crearse dos grupos diferentes, con un mismo punto de mira: los desarrollos previstos a la entrada de la 'Y'.

LA FÁBRICA DE ARMAS

Foro por un urbanismo crítico.

Nació en defensa de la actividad y el patrimonio de la Fábrica de Armas de La Vega, pero en su agenda cabrán todos los problemas urbanísticos de la ciudad. Un grupo de personas ha creado el Foro por un Urbanismo Crítico de Oviedo. Aunque están vinculadas a la Universidad, partidos políticos, al colectivo Cambalache o grupos ecologistas, en este caso se 'suben' a la plataforma a título individual.

Entre ellos hay nombres conocidos, como el portavoz de Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda, Roberto Sánchez Ramos, y el miembro de Cambalache Miguel Moro, autor de 'Oviedo detrás de la fachada', una visión crítica de los desarrollos urbanísticos a lo largo de los últimos años. Y en esa línea quiere seguir el foro. Habrá protestas y, antes, divulgación entre los ciudadanos. «La movilización empieza por la información», explica el edil. «Queremos abrir un debate ciudadano», añade. Aunque no dan muchos detalles, adelantan que una de sus primeras acciones será pedir la declaración para el conjunto de la fábrica como Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección patrimonial.

De momento, tiene una protección equivalente al BIC, como monumento, la capilla de Santa Bárbara. El claustro del viejo convento utilizado como nave cuenta con protección integral. El taller de cañones, diseñado por Sánchez del Río, está incluido en el Registro Industrial del Docomomo Ibérico. El entorno de protección de los dos primeros elementos alcanzaría al conjunto, al que hay que sumar el de la vecina iglesia pde Santullano. Además, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y en el Catálogo de Bienes de Interés de Oviedo está descrita como conjunto.

Es indivisible. «Es un conjunto industrial único en España y en Europa», justifica Moro. Y la única gran industria que queda en el casco urbano. Defienden los valores patrimoniales, y también quieren evitar que haya despidos de trabajadores, en juego por los planes de la empresa General Dynamics Santa Bárbara Sistemas de trasladar la producción a Trubia y La Coruña. Y sobre todo rechazan «el negocio de viviendas» que planea sobre estos 122.000 metros cuadrados.

Aplicando una edificabilidad menor incluso que la del entorno, calculan que las plusvalías sobre el solar superarían los 360 millones de euros. «Es un bocado absolutamente exquisito para la especulación inmobiliaria», ironiza Moro.

Detrás de estos intentos especulativos, que Sánchez Ramos bautizó con el nombre de «Wall Street de La Tenderina», hay «un pacto político, en el que participan Ayuntamiento y Principado y empresa».

La punta de lanza es la parcela de El Vasco, con las tres torres diseñadas por Calatrava. Según el edil, este proyecto marcará la edificabilidad en La Vega. Lo que se haga en Víctor Chávarri influirá si finalmente se va la industria. Por eso, los primeros esfuerzos del foro se centrarán en despertar el debate ciudadano y evitar que salga adelante el proyecto de las torres de Calatrava.

Por otra parte, Moro y Sánchez Ramos ven posibilidades para los chalés de los ingenieros y otros elementos de la fábrica que podrían reutilizarse como equipamientos públicos para La Tenderina y los barrios cercanos. Dan dos ideas, bibliotecas y escuelas de 0-3.

LAS TORRES DE CALATRAVA

Arquitectos y otros amigos

A finales de los 90, ya en los albores del nuevo siglo, la conservación de la fábrica de gas también provocó un movimiento ciudadano. Los que estaban detrás de él consiguieron la incoación del expediente de Bien de Interés Cultural (BIC), más de un lustro después todavía pendiente de cerrarse.

Hay gente de aquel grupo de Gas Ciudad en el foro citado. Otro está en el germen de otro grupo. Es el arquitecto José Ramón Fernández Molina, autor, además, del Inventario de Bienes de Interés del Concejo. Con Arturo Gutiérrez Terán, otros arquitectos y personas vinculadas a la Sociedad Cultural La Escandalera, están preparando una alegación contra el proyecto de las tres torres que Jovellanos XXI, con diseño de Calatrava, quiere construir en la parcela de El Vasco.

«Vamos a personarnos en la información pública», asegura Fernández Molina. Él mismo concibe este desarrollo urbanístico y otros proyectos a la entrada norte de la ciudad, como la losa de Santullano, los accesos a Oviedo o la Fábrica de Armas, como «fragmentos de una misma pieza» que tienen que tratarse como un todo, no por separado.

Ahora se apresuran con el proyecto más urgente, las 'trillizas', con sólo un mes de información pública. Urbanísticamente, ve la fábrica «como un elemento complementario a la losa». Eso sí, añade, «es intocable» dada su protección patrimonial actual, matiza el arquitecto . El Vasco es otra cosa.

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